Desafías tanto al aire que llora
como una sordera de espantapájaros reído,
Y de un piano melancólico el río cae boca abajo,
Seduce las notas a las rocas,
Leves soplidos que arrancan trocitos de amor endurecido.
De una de las dos cabezas de la esquizofrenia
graznan los pelícanos de David,
Es una brisa sobre mi mejilla tu andar nocturno
Un lene beso como rocamadour,
Desafiante y finito.
Te esperan las palabras que sostienen labios almidonados,
No! Me niego a despertar,
a soñar la noche de terciopelo azul.
A vivir gacelas, conocer estrellas y llamar desiertos.
Las migas que decoran el camino,
Al otro lado de la vista,
Te vienes de ingrávida a concreta
Se siente el palpitar en la cien.
Pienso: la vida camina en sombrero de copa y bastón por las calles de París.
Por eso llegas por lo mismo que rebasas el río.
1 comentario:
Saludos estimado
sigue contu blog
ahíl o agrego comolink
un abrazo
oscar saavedra
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